Hace un año con
Eduardo- mi peor es ná- estábamos casi recién llegados a Puerto Rico,
pobres como una rata y aún tristes por no habernos podido traer a
nuestra linda perrita Pola desde Chile ya que la pobre al momento de
hacer los tramites para viajar con ella le detectaron un cancer terrible
que la tenía muy mal y la pusimos a dormir y mejor ni se imaginan lo
mal que estaba. La cosa es que un día de diciembre en el que ya
habíamos decidido que en Navidad no habrían regalos para nada ya que con
suerte teníamos para hacer una cena, Eduardo me manda un mail desde el
trabajo con un link sobre la adopción de mascotas en Puerto Rico. Abrí
reticentemente el mail y me encontré con una bola negra de pelos y ojos
de botón que miraba directamente a la cámara, el mensaje decía que era
una cachorra de aproximandamente 2 meses mezcla de Rottweiller que había
sido recogida de la calle lista para ser adoptada por alguien que le
quisiera dar amor y compañía. Sinceramente les cuento que yo no quería
ningún perro, no porque no me gustaran, al contrario me declaro loca por
ellos, sino porque me daba un miedo terrible, miedo a pasar nuevamente
por la pena de que estuviera enfermo, que le pasara algo, que se
muriera. El miedo era bien tonto pero en ese momento era bastante
fuerte.
Eduardo me llamó a los 5 minutos y lo primero que me dijo
fue ¿Adoptemos a esa perrita como regalo de Navidad? a lo que respondí
que no, que mejor lo pensaramos, que no era un buen momento y mil cosas
más que eran puras excusas al miedo que sentía y a lo fuerte que latía
mi corazón por tan solo la idea de tener nuevamente un perrito. Eduardo
no me pesco mucho y me dijo que lo adoptariamos y que tenia que llamar
al teléfono para ponernos de acuerdo para ir a buscarla. Fue como un
mandato. De una forma muy extraña no alegué y me automaticé y sin
pensarlo llamé y me puse de acuerdo con las personas del refugio para ir
a adoptar a un perrito a la mañana siguiente. En ese momento no
estábamos seguros de adoptar al perro de la foto, sino que iríamos a ver
a todos los perritos (Eduardo me confesó tiempo después que hace tiempo
que quería hacerlo y que si iba a buscar a la perrita de la foto pero
que no me lo había dicho para no presionarme).
A la mañana
siguiente me desperté como si fuera Navidad cuando era chica, andaba
nerviosa, saltona y muy pero muy emocionada, de hecho mientras escribo
lo recuerdo y me vuelvo a emocionar. Recuerdo que ha sido uno de los
viajes más extraños que he hecho en mi vida (el refugio quedaba como a
45 minutos de casa en un pueblo llamado Vega Vega) iba nerviosisima lo
único que quería era llegar luego y ver a los perritos, tenía tantos
sentimientos encontrados que no podría describirlos en palabras. Cuando
llegamos al refugio nos pasaron a dos perritos, una perrita que estaba
sola y a otro perrín que era parte de una familia de muchos hermanos
gordos que estaban juntos en una jaula. Eduardo me dijo que eligiera, yo
por mi me hubiera llevado a todos los perritos, pero finalmente nos
quedamos con la perrita que estaba solita en la jaula. Era la misma
perrita que Eduardo me había mandado al correo. Al momento de decir que
ella era nuestra y que seria parte de nuestra familia se me llenaron los
ojos de lágrimas y la emoción fue más fuerte, me puse a llorar de
alegría.
|
Primer día con Atia. 21 de diciembre de 2011. |
|
Atia siendo tímida con la cámara |
|
Atia pequeña y tímida. |
Nos fuimos a nuestro hogar, ahora el hogar de esta nueva
integrante de la familia. La llevamos al veterinario y el primer
consejo fue que la bañáramos ya que estaba cochinísima y que
estuviéramos atentos a cualquier cosa pero que estaba bien. Esa misma
tarde luego de ser bañada la llevamos a pasear al Viejo San Juan,se veía
tan pequeña corriendo por los jardines de los castillos, era un punto
en medio del pasto. Llegó la noche y su cama fue una caja de cartón,
recuerdo que yo quería hacerle una puerta porque la encontraba muy
pequeña para que saltara pero Eduardo me dijo que era una perrita
inteligente y que encontraría la manera de acostarse y así fue, al
segundo intento logró saltar la caja y acostarse en su toalla. Esa noche
se portó extrañamente bien. El resto de la semana igual. Los días
siguientes fueron los días de buscarle un nombre, las ideas comenzaron
con A, Eduardo dijo Apia y en ese mismo instante me iluminé y dije ¡Atia
como la mamá de Octavio!. Ya todos saben que Atia es su nombre.
|
Primer paseo de Atia a la playa El Escambrón |
|
Durmiendo en una mano. |
Pasaron
los días y comenzó con una tos extraña, la llevamos al vete y tenía tos
de perrera y una infección a la piel, le dieron antibióticos y nos
gastamos la plata que no teníamos pero ni nos dolió, tan solo queríamos
que estuviera bien. Los próximos días se le quitó la tos pero le
descubrieron sarna, y a nosotros también. Fueron días terribles en los
que no podíamos dormir del picor, pero ni eso nos preocupaba, nos
preocupaba lo mal y lo incomoda que se podía sentir ella que estaba mil
veces peor que nosotros. Su recuperación fue lenta, los ácaros se
murieron pero la pobrecita quedo casi pelada en su totalidad, de a poco
con muchos baños especiales y mucho amor se fue recuperando. Hoy tan
solo le quedan marcas en sus dientes ya que al vivir en la calle no tuvo
buena alimentación de su mamá. En la actualidad es una perra sana y
feliz!
|
Peladita recuperandose. |
Este año junto a ella ha sido un gran año, pese a estar
lejos de nuestro país, de las dificultades que se presentan a diario
puedo decir que ha sido uno de los mejores tan solo por tener a Atia a
nuestro lado. Nos acompaña, nos alegra y nos entrega día a día un amor
infinito y completamente sincero. Nos hace rabiar (ayer se comió mis
flores y una zapatilla de Eduardo), no siempre hace caso, come plantas y luego vomita y además ama la
basura. A pesar de todo eso es una gran compañera, porque si, así la
veo yo, como una compañera y parte de mi familia aunque eso no significa
que no la vea como es, como una perra, un animal. Trato de verla en su
realidad, en su ser y al mismo tiempo como mi gran compañera fiel, una
amistad de humana a perra, y viceversa.
|
Atia en la actualidad |
|
Foto de hoy. |
Saludos!