Vivo con la eterna discusión- en mi cabeza porsiaca- de que si uno debe vestirse con lo que le gusta independiente si le queda mal o no o es feo o bonito, o es mejor vestirse conociendo lo que le queda bien, exaltando los atributos y tratando de esconder lo que creemos son pifias. Esta eterna discusión creo que es alimentada por la ambivalencia que tengo con la libertad personal (sobre todo corporal) y el hecho de que hay cosas que a una derechamente no le quedan bien. Por una lado pienso que la vida es muy corta como para andar negándose ciertas cosas, sobre todo si te gustan, pero por otro lado también pienso en que no es perjudicial el sacarse provecho aceptando el cuerpo que se tiene y aceptando que no todo es bueno o lindo para nosotras. Cualquiera de las dos opciones es buena mientras vayamos creando identidad.
Si me hubieran preguntado hace años sobre qué opción me acomodaba más diría que mi respuesta habría sido la primera, o sea ponerme lo que me gusta sin importar si es lindo o me queda bien. Hoy con más años en el cuerpo puedo decir que a pesar de que mi joven cabeza pensaba eso no era completamente cierto, es decir a pesar de que me ponía lo que quería-muchas cosas muy feas debo admitirlo- muchas veces caí en lo que no se debía o pensaba que no tenía que usar porque no era para mi (sobre todo para mi cuerpo). Por un lado un discurso libertario de me pongo ropa fea y qué pero por el otro jamás me hubiera puesto una falda corta por ejemplo porque mis piernas no eran para eso. Me explico mejor: el discurso libertario me llegaba a las superficie corporal -la ropa- pero no a la profundidad del cuerpo en si. Hoy con varios años más desde aquella joven e inocente mente puedo decir que me fui para el otro lado. Hoy entendí que si bien es bueno tener una imagen libertaria por ejemplo con la ropa, es mucho más importante el actuar y las ideas, que además siempre darán el circulo y se notaran en nuestro vestir de igual forma. Hoy para mi es perder el tiempo si por mucho que una prenda me guste pero al momento de ponérmela me queda mal ya la prenda pasó a no ser tan linda. Por lo tanto te vas desligando de a poco del deber ser o que te traten de imponer que ciertas cosas son lindas o están de moda, a uno debería gustarle lo que le queda bien y le acomoda a una (aparte de ser funcional, porqué si, la ropa también es funcional porsiaca) o por último en el mayor de los tiempos. La ropa más linda debe ser la que te queda bien a tí. Aprender sobre nuestro cuerpo, qué se tiene, que es lo qué no y por último que es lo que le hace bien y lo que le queda bien, eso para mi hoy es libertad.
Estas lineas en ningún caso tratan de concientizar, ni menos educar, que no se me acuse de tan horrenda misión.
Saludos!
Editado: acabo de revisar y me di cuenta que ya había escrito una entrada super parecida hace un año, los años al parecer no solo traen sabiduría jajaja.