No se ustedes pero yo en casi toda mi vida nunca me he fijado en las etiquetas de la ropa, tanto en su composición como en las indicaciones. Mal, muy mal. Y es que las etiquetas dicen mucho y muchas veces una simple miradita al comprar como al lavar y planchar pueden hacer la gran diferencia.
Yo aprendí a fijarme en las etiquetas gracias a mi peor es na ya que es alérgico a las telas sintéticas y debe usar algodón mayormente (además que es el loco de las etiquetas jajajá). También porque el muy suertudo tenía la gran suerte de comprarse la ropa mayormente fuera de Chile y se podía regodear de buenas telas a precios increíbles y como que le agarro el gustito a las buenas telas, en cambio yo hasta hace muy poco me conformaba con que fuera lindo, así de pava.
Las primeras veces que comencé a fijarme en las etiquetas fue cuando iba a la feria (si, a la feria) a comprar mayormente chalecos y es que me preocupaba ya que si iba a comprar algo de segunda mano mínimo compraba algo bueno y que no encontrara en el mercado de grandes tiendas. Así fue como me familiaricé con la cachemira, la angora y los diversos tipos de lana como la merino. Pero como yo soy porfiada me quedé hasta ahí no más con la información y nunca le preste atención a las etiquetas de lavado de las prendas, fue así como muchas de ellas quedaron deformadas con los lavados.
Al llegar al Caribe me comencé a fijar un poco más en la composición de la prendas ya que cualquier cosa que ayude a sentir menos calor bienvenida sea. Como también comencé a planchar la ropa poco a poco empecé a mirar las etiquetas de indicaciones de lavado y planchado, el problema fue que para mi esos símbolos son chinos, pero nada que no pueda solucionar internet. El gran problema para mi eso si es que soy bien floja (más bien pajera al extremo) como para separar y lavar la ropa de manera diferente entre si. Por ejemplo es un máximo esfuerzo el lavar los sostenes a mano (por mi culpa, por mi gran culpa!), cada vez que los tengo que lavar me digo a mi misma que no sea floja y no los tire a la lavadora porque se deforman, lo mismo los chalecos. La lucha es cada vez que lavo. El planchado eso si es diferente. Desde que me gusta planchar (Aaaaleluya!) y lo paso bien cantando mientras lo hago me recontra fijo en lo que dice cada prenda, de hecho antes de planchar separo la ropa entre la que se debe planchar a temperatura mínima hasta la máxima para hacerlo en ese orden. Y es que me da pavor que algo se queme.
Como verán el tema de las etiquetas ha sido paulatino, yo creo que vino con la madurez jajajá, no en serio es porque cada vez me importa y me fijo más en lo que compro ya que trato de no malgastar dinero y para que dure más y así no consumir tanto. Y ustedes ¿se fijan en las etiquetas?
Saludos!
Imágenes San Google ;)